es una traducción de dabar, o sea “decir” y “hablar”. Así, Jos. 21:45, donde dice “no faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho”, puede traducirse también “no faltó ninguna de las palabras que Jehová había dicho”. Sin embargo, el concepto de p. está por doquiera en el AT, puesto que los patriarcas y el pueblo de Dios vivían en constante •esperanza de que Dios cumpliría sus palabras. Cuando Dios llamó a Abraham en Ur de los caldeos, le dijo: “Haré de ti una nación grande,
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